Las enseñas se componen de franquiciados, franquiciadores y, claro está, de hombres y mujeres. A pesar de que la proporción femenina en las empresas sigue siendo baja (sobre todo cuando hablamos de los puestos directivos), la franquicia es una buena opción para todas aquellas emprendedoras que huyen de los tópicos.
La mujer que decide montar una franquicia se puede decantar por una marca femenina o por romper moldes. En el primer caso, se hace referencia a aquellas marcas que realizan campañas únicamente para franquiciadas y que se suelen asociar con el cuidado corporal, la moda y los complementos. En el segundo, se engloban el resto de firmas que, aunque no enfaticen sus acciones publicitarias en la mujer, no cierran las puertas a las empresarias.
El fenómeno de la franquiciada ha aumentado en los últimos años. No obstante, la presencia femenina en las centrales se reduce a los puestos medios o intermedios, aunque hay que admitir que con una tendencia creciente.
“En la dirección de MC Inmobiliaria, un 20% de los puestos más altos está ocupado por mujeres”, comenta Pilar Torregrosa, directora Internacional, a la revista En Franquicia. “En el total de trabajadores, este porcentaje alcanza el 85%”. La razón, apunta esta ejecutiva, es que “a las mujeres les cuesta más moverse de lugar, puesto que, si tienen familia, se piensan más un cambio de residencia”.
En MRW, el porcentaje de mujeres ejecutivas es mayor. Así, “el 40% de los miembros del comité de dirección y el 42,7% de los responsables de departamento son mujeres”, afirma Silvia Vílchez, directora de Relaciones Corporativas.
La desventaja de la mujer no es sólo su apego familiar, sino también la reproducción. Así lo expresa Begoña Muñagorri, directora general de SerHogarsystem. “El principal obstáculo para la carrera profesional femenina es la baja por maternidad. Es fundamental que se ofrezcan ayudas a las mujeres durante ese periodo, ya que tanto los niños como el trabajo son importantes”.
De la otra parte, la de la franquiciada, cada vez existen más solicitudes firmadas por mujeres. “El interés femenino por las franquicias está aumentando, también en Folder. Ellas tienen una mayor capacidad de organización y cuidan más la empresa. Además, prestan una especial atención al cliente final”, afirma Carmen Fernández, consejera delegada de la marca. Así, en los últimos meses, se ha experimentado un aumento del interés femenino por la franquicia. “Se ha notado una mayor afluencia de solicitudes de candidatas, y las firmas más recientes han sido con asociadas”.
La mujer que decide montar una franquicia se puede decantar por una marca femenina o por romper moldes. En el primer caso, se hace referencia a aquellas marcas que realizan campañas únicamente para franquiciadas y que se suelen asociar con el cuidado corporal, la moda y los complementos. En el segundo, se engloban el resto de firmas que, aunque no enfaticen sus acciones publicitarias en la mujer, no cierran las puertas a las empresarias.
El fenómeno de la franquiciada ha aumentado en los últimos años. No obstante, la presencia femenina en las centrales se reduce a los puestos medios o intermedios, aunque hay que admitir que con una tendencia creciente.
“En la dirección de MC Inmobiliaria, un 20% de los puestos más altos está ocupado por mujeres”, comenta Pilar Torregrosa, directora Internacional, a la revista En Franquicia. “En el total de trabajadores, este porcentaje alcanza el 85%”. La razón, apunta esta ejecutiva, es que “a las mujeres les cuesta más moverse de lugar, puesto que, si tienen familia, se piensan más un cambio de residencia”.
En MRW, el porcentaje de mujeres ejecutivas es mayor. Así, “el 40% de los miembros del comité de dirección y el 42,7% de los responsables de departamento son mujeres”, afirma Silvia Vílchez, directora de Relaciones Corporativas.
La desventaja de la mujer no es sólo su apego familiar, sino también la reproducción. Así lo expresa Begoña Muñagorri, directora general de SerHogarsystem. “El principal obstáculo para la carrera profesional femenina es la baja por maternidad. Es fundamental que se ofrezcan ayudas a las mujeres durante ese periodo, ya que tanto los niños como el trabajo son importantes”.
De la otra parte, la de la franquiciada, cada vez existen más solicitudes firmadas por mujeres. “El interés femenino por las franquicias está aumentando, también en Folder. Ellas tienen una mayor capacidad de organización y cuidan más la empresa. Además, prestan una especial atención al cliente final”, afirma Carmen Fernández, consejera delegada de la marca. Así, en los últimos meses, se ha experimentado un aumento del interés femenino por la franquicia. “Se ha notado una mayor afluencia de solicitudes de candidatas, y las firmas más recientes han sido con asociadas”.
En una época en la que obtener financiación se traduce en una tarea prácticamente imposible, las mujeres optan a créditos especialmente pensados para ellas, lo que facilita las cosas. Las emprendedoras, además, pueden decidirse por la fórmula de la franquicia, que permite ahorrar esfuerzos y, lo más importante, tiempo en la gestión diaria del negocio.
María Gallego
Dí que sí! Es cuestión de tiempo de que la mujer domine el mundo de la franquicia, como ya lo está haciendo en otros sectores de la economía.
ResponderEliminarMe parece muy interesante la relación que hay entre la intención de poner un negocio propio y la situación laboral de la mujer. Actualmente, y a pesar de la continua propaganda al respecto, la vida laboral no se puede conciliar con la vida privada en el ámbito de la empresa.
ResponderEliminarMuchas veces no se trata de menos horas laborables sino de un trabajo más productivo y mejor repartido y conciliado con la situación personal de la mujer, el hombre o quien quiera que sea.
Muchas franquicias no exigen una presencia física del franquiciado -este puede gestionar el negocio parcialmente desde casa -, no se necesita justificar una asistencia de horas y lo que es más importante: la gratificación personal diaria.
La mujer, o todas aquellas personas que tienen personas a su cargo, tienen mediante la franquicia, la posibilidad de seguir siendo activas, de desarrollar proyectos e inquietudes como empresarias y lo que es más importante, ver reconocido su trabajo en un negocio entendido como propio. Un negocio donde el resultado es lo importante y en el que a buen seguro se trabajará con todo el tesón posible sin desaprovechar el preciado tiempo del que disponen.