lunes, 13 de abril de 2009

Franquicias que mantienen el tipo

La tienda en cadena crece en número de establecimientos y en facturación, pero la crisis empieza a pasar factura y hay que prepararse para unos años desfavorables.

Nada parece ser inmune a la crisis económica. La franquicia, tampoco. Los buenos resultados cosechados hasta ahora, según Tormo & Asociados –al cierre de 2006 había 65.889 establecimientos abiertos; a finales de 2007, el número aumentó a 68.377; la facturación en 2005 fue de 17.233 millones de euros; en 2006, de 19.223, y un año más tarde, la tienda en cadena facturó 20.301–, ya no se repiten, y el optimismo que invadía al sector se va desvaneciendo.

La franquicia no cae en pérdidas, mantiene el tipo, sigue creciendo, aunque a un ritmo mucho menor que hace dos años; pero tiene que prepararse para unos años malos. "2009 y 2010 se presentan difíciles. 2008 no ha sido tan negativo porque han nacido nuevos proyectos, pero lo peor viene ahora", afirma Santiago Barbadillo, director general de Barbadillo Asociados.

Por su parte, Mariano Alonso, socio director general de mundoFranquicia Consulting, advierte de que "es complicado que este negocio vuelva a situarse en niveles de crecimiento como los que alcanzó hace dos años". Y Eduardo A. Tormo, director general de Tormo & Asociados, añade que "es posible que en este ejercicio tengamos que trabajar con pérdidas moderadas, para ser capaces de aguantar la situación y poder remontar".

Uno de los peores datos es el de las aperturas registradas el pasado año –reflejan el crecimiento neto de establecimientos–, que caen en picado. Según los datos de Tormo & Asociados, en 2006 se abrieron 4.328 locales; en 2007, 2.488; y en 2008 se llegó a los 704. "Esta cifra tan baja se debe a los numerosos cierres que se han producido, especialmente, en el sector inmobiliario y financiero. También, en menor medida, por los producidos en el sector de las agencias de viajes y tintorerías", afirma María Dolores Sevillano, directora de consultoría de Tormo & Asociados.

En concreto, según Tormo, si a finales de 2007 operaban 56 enseñas dedicadas a los servicios financieros, un año más tarde esa cifra descendió a 29. Y de acuerdo con el informe La franquicia en cifras 2009, elaborado por mundoFranquicia Consulting, el sector inmobiliario sufrió el mayor retroceso con el cierre de más de mil establecimientos el pasado año. "Las clausuras se han producido en establecimientos dedicados al negocio inmobiliario y financiero, y su efecto ha sido especialmente significativo. También ha habido una depuración en el mercado, en el que unidades de negocio poco competitivas no podían continuar, y se ha producido una desaceleración en empresas poco competitivas", explica Tormo.

Baja el consumo
Una de las causas que identifican los expertos para explicar la desaceleración en la tienda en cadena es la caída del consumo. "El problema se encuentra en las ventas que puedan realizar los franquiciados, porque ha bajado el consumo. O no venden o venden menos que en época de bonanza", considera Barbadillo, que añade que "sería absurdo abrir más locales si la demanda se estanca o retrocede". Para Alonso, de mundoFranquicia, la causa de muchos cierres se debe a que "ante el empeoramiento de los índices de consumo, las centrales se han visto obligadas a cerrar establecimientos, y lo que es peor, la dificultad de la financiación les ha impedido abrir un buen número de locales".

La etapa de bonanza económica propició que las grandes cadenas franquiciadoras se hiciesen atractivas para operaciones de fusiones y adquisiciones, que se buscasen nuevos mercados y aumentase la dificultad para encontrar emplazamientos por el alto precio que alcanzaron los alquileres de los locales, según los informes del sector de Tormo del cierre de 2006.

Con el cambio en la situación económica se ha vuelto a la realidad, al menos, en el precio de los alquileres: "En los años del boom inmobiliario se creó un cuello de botella muy importante con los precios de los locales, que asfixió el crecimiento del sector en todos los ámbitos. La crisis ha hecho bajar los precios de los locales comerciales y ha dado un giro positivo al sector", expone Adrián Soler, director de Franchise & Retail Group. No obstante, como afirma Barbadillo, "hay menos proyectos de franquicias y más potenciales franquiciados. La crisis ha llegado a este negocio".

Y surge el obstáculo del acceso a la financiación. "La demanda para iniciar negocios en franquicia sigue existiendo. Es más, cada vez es mayor. Pero sufrimos una falta de financiación que penaliza la apertura de muchas unidades, de empresas y la creación de empleo, tan necesario en estos momentos", considera Tormo. Ante esto, el director general de la consultora de franquicias recomienda utilizar los propios recursos de los que disponga el emprendedor y los que logre de su entorno cercano, pero "acomodándose a aquellas inversiones que pueda afrontar". Por su parte, el socio director general de mundoFranquicia Consulting aconseja "invertir en enseñas estables y solventes con modelos de negocio y propuestas que contribuyan a aminorar sensiblemente el riesgo empresarial, y así, lo puedan verificar las entidades financieras".

Esto lleva a las centrales a buscar medidas y a ofrecer facilidades a los potenciales franquiciados: "Las enseñas definen nuevos planteamientos y enfoques en la concesión de la franquicia, como la reducción de las inversiones de las aperturas o siendo más accesibles a los emprendedores", apunta Alonso.

Para Soler, "las centrales se han adaptado a la nueva situación del mercado mediante una serie de medidas: abaratamiento de los precios, se ha vuelto a la esencia del valor de las cosas, se han eliminado elementos superfluos de los productos para eliminar costes, incremento de las promociones y algunas cofinanciaciones han hecho más asequibles la apertura de franquicias".

www.expansionyempleo.com

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