Vuelta de las vacaciones y un nuevo quebradero de cabeza para las organizaciones. Ya existe una nueva versión de la norma ISO 9001:2008. A partir del 15 de noviembre de este año, todos los certificados de calidad emitidos cumplirán con los nuevos requisitos establecidos por ISO 9001. En el mismo mes de 2010, la versión de 2000 dejará de tener validez.
Las empresas que ya obtuvieron el certificado de calidad antes de la modificación de la norma, disponen de 2 años para adaptarse a la nueva versión.
Para aquellos que desconocemos las normas ISO, Wikipedia nos saca de dudas. ISO “es el organismo encargado de promover el desarrollo de normas internacionales de fabricación, comercio y comunicación para todas las ramas industriales a excepción de la eléctrica y la electrónica”. Su objetivo es la estandarización de normas en productos y seguridad a nivel internacional.
La calidad, ya sea a través de ISO o no, también ha llegado a las franquicias. El sistema, inmerso en un mercado cada día más competitivo, ha apostado por la diferenciación. Prueba de ello es el Certificado de Calidad en la Franquicia de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), creado en 2007 y cuyo objetivo es ejercer de aval ante los consumidores.
Según recoge Rebeca Martínez en el número 199 de la revista especializada En Franquicia, una enseña puede obtener diferentes sellos, dependiendo de la parcela de su gestión que se somete a examen. Los más comunes son:
- Productos. Entre estos certificados, se encuentran las denominaciones de origen de artículos como el vino o el queso.
- Personas. La Asociación Española de Calidad (AEC) garantiza las cualidades de los gestores de calidad de las empresas.
- Certificaciones específicas de sectores. Ejemplo de ellas puede ser el Certificado de Calidad de la propia AEF o la Q de Calidad Turística.
- Sistemas de gestión de la calidad. Donde entran las normas ISO.
No obstante, a pesar del reconocimiento que este sello supone a las franquicias, tan sólo son 12 las premiadas, entre ellas Bottega Verde y Comess Group, con las marcas Cantina Mariachi, Lizarran, Pasta City y Rock&Ribs.
Para aquellas firmas interesadas en dar un paso más en su gestión, basta con ponerse en contacto con la AEF y comenzar los trámites hacia el éxito.
Las empresas que ya obtuvieron el certificado de calidad antes de la modificación de la norma, disponen de 2 años para adaptarse a la nueva versión.
Para aquellos que desconocemos las normas ISO, Wikipedia nos saca de dudas. ISO “es el organismo encargado de promover el desarrollo de normas internacionales de fabricación, comercio y comunicación para todas las ramas industriales a excepción de la eléctrica y la electrónica”. Su objetivo es la estandarización de normas en productos y seguridad a nivel internacional.
La calidad, ya sea a través de ISO o no, también ha llegado a las franquicias. El sistema, inmerso en un mercado cada día más competitivo, ha apostado por la diferenciación. Prueba de ello es el Certificado de Calidad en la Franquicia de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), creado en 2007 y cuyo objetivo es ejercer de aval ante los consumidores.
Según recoge Rebeca Martínez en el número 199 de la revista especializada En Franquicia, una enseña puede obtener diferentes sellos, dependiendo de la parcela de su gestión que se somete a examen. Los más comunes son:
- Productos. Entre estos certificados, se encuentran las denominaciones de origen de artículos como el vino o el queso.
- Personas. La Asociación Española de Calidad (AEC) garantiza las cualidades de los gestores de calidad de las empresas.
- Certificaciones específicas de sectores. Ejemplo de ellas puede ser el Certificado de Calidad de la propia AEF o la Q de Calidad Turística.
- Sistemas de gestión de la calidad. Donde entran las normas ISO.
No obstante, a pesar del reconocimiento que este sello supone a las franquicias, tan sólo son 12 las premiadas, entre ellas Bottega Verde y Comess Group, con las marcas Cantina Mariachi, Lizarran, Pasta City y Rock&Ribs.
Para aquellas firmas interesadas en dar un paso más en su gestión, basta con ponerse en contacto con la AEF y comenzar los trámites hacia el éxito.
María Gallego
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